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Mark Zuckerberg lo resolvió en tres palabras: “Senador, corremos anuncios” pero ¿qué pone a la sombra esta declaración? ¿Qué o, mejor dicho, quiénes son los productos para estas redes sociales que prácticamente conectan/dominan el mundo?
En esta oportunidad queremos recordarles algo que ya sabemos todos pero a veces preferimos olvidar. Sin embargo, es muy importante tenerlo presente si sos un creador de contenidos o una marca que quiere vender sus productos/servicios por estas plataformas.
Sabemos que las intenciones de Zuckerberg son ‘nobles’ y solo quiere conectar al mundo entero de una forma que sea accesible para todos, es por eso que “Facebook siempre va a tener una versión gratis”, declaró ante el Senado. También sabemos de los millones que tiene en su cuenta de banco aunque sus aplicaciones sean gratuitas. ¿Por qué? Él mismo respondió que los ingresos provienen de la publicidad alojada en las redes sociales. Acá está el punto.
¿Cuál es el verdadero producto que se exhibe en las góndolas de estas aplicaciones?
En el mundo real nada es gratis y en el virtual tampoco. Nadie está descubriendo la pólvora así que esas caras de sorprendidos pueden ir desapareciendo.
Los usuarios, o mejor dicho, sus datos personales son la canasta de huevos de oro de este siglo. Obvio que cada uno decide qué, cómo y con quién compartir su información pero los términos y condiciones los aceptamos todos y es el precio que pagamos por ser parte de estas aplicaciones en red.
No queremos sonar fatalistas, ni sembrar odio o movimientos en contra del uso de las redes porque de ellas vivimos y creemos que realmente conectan el mundo: son la nueva forma de comunicarse, hasta la forma de vivir en la sociedad actual.
El imperio de Zuckerberg, Linkedin, Twitch, Tiktok, Snapchat, entre otras, han invertido la lógica: dejan de ser ellas mismas los servicios ofrecidos sino que convierten a los datos ofrecidos por los usuarios en productos. Estos son los que son ofrecidos en bandeja de plata a las marcas/generadores de contenido para que los anuncios lleguen a su target específico.
Ya vemos sus caras de KEEEE
Las ganancias de las redes sociales, hoy, provienen de las publicidades alojadas en sus plataformas. ¿Y por qué todas las marcas eligen promocionar sus productos a través de ellas? Fácil. No hay medio de comunicación que permita segmentar tan específicamente los públicos como lo permite social media.
¿Cómo las plataformas digitales logran esa segmentación? Por la cantidad de datos que le brindan sus usuarios (con mayor o menor conocimiento de los mismos).
¿Esto significa que hay que ir a bloquearlas y dejar de usarlas? La respuesta es NOOOOOO, No, no y no.
Esta segmentación de los datos, si solo se usa para el mundo de la publicidad, no tiene malas intenciones. Sino todo lo contrario, la publicidad que nos muestran son, en su mayoría, cosas que de verdad se condicen con los gustos de los internautas.
En la agencia lo vemos como un WIN WIN. Ganan los creadores de contenido y las marcas porque sus productos y servicios llegan eficazmente a su target específico, mientras que los usuarios reciben contenido acorde a sus intereses, evitando ver anuncios de algo que jamás consumirían.
Además… ¿Quién puede negar esa sensación de satisfacción cuando el aleatorio de Spotify elige esa canción perfecta para el momento que ni uno mismo había podido seleccionar?
En la misma línea se aclara la incógnita de por qué nuevas plataformas como Kwai, y a veces TikTok, le pagan a sus usuarios solo por consumir contenido. Como internautas pensamos que se volvieron locos pero… las monedas que te dan por ver 3 horas de videos ¿no son solo un vuelto a comparación de las ganancias que les da ofrecer nuestro view al creador de contenido correcto?
Así que antes de dudar de Kwai u otras aplicaciones que te pagan por usarlas, y pensar “me quieren robar mis datos bancarios”, los dueños del otro lado solo están esperando sus regalías a costa de que solo te diviertas mirando el contenido que te gusta y, para mejor, recibiendo unas moneditas que, aunque sea, te sirven como incentivo.
Podríamos abrir un debate de que si las aplicaciones ganan dinero a costa de nuestros datos y consumo de videos, todas deberían pagarnos una parte de sus ganancias… ¿o no? Pero eso es tema para otra nota.
No olvidemos que en este mundo conectado somos pequeños nodos que forman parte de una red. A ninguna persona o Inteligencia Artificial le importa realmente quiénes somos. No nos van a robar nuestros datos bancarios, ni nada relacionado. Así que podemos seguir disfrutando de las redes y aprovechar al máximo, a nuestro favor, como usuarios o creadores de contenido, de todas las ventajas que nos traen los algoritmos.
En el próximo artículo les presentaremos la importancia de tener una agencia pluricultural y que transcienda las barreras de su propio territorio.
¡Nos leemos la próxima semana!
Sara Cavallo Bec, la Ninja verborrágica
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